Un azaroso día de 1970, un Sebastião Salgado de 26 años tomó por primera vez una cámara entre sus manos. A partir de ese día, y aunque necesitó años de duro trabajo para adquirir la experiencia que le permitiría ganarse la vida como fotógrafo, la cámara se convirtió en su herramienta para interactuar con el mundo. Salgado, que siempre ha "preferido la paleta de claroscuros de las imágenes en blanco y negro", tomó muy pocas fotografías en color antes de renunciar a ellas por completo. El brasileño comenzó su carrera como fotógrafo profesional en París en 1973 y posteriormente trabajó con las agencias de fotografía Sygma, Gamma y Magnum Photos. En 1994, él y su esposa, Lélia Wanick Salgado, crearon Amazonas Images, que se centra exclusivamente en su trabajo.
Los proyectos fotográficos de Salgado han merecido numerosas exposiciones, antologías y libros como Otras Américas (1986), Sahel, L'homme en détresse (1986), Terra (1997), The Children (2000) y Africa (2007). Salgado siente un profundo amor y respeto por la naturaleza, pero también es sensible al modo en que los seres humanos se ven afectados por unas condiciones socioeconómicas a menudo devastadoras. De entre los muchos que Salgado ha desarrollado durante su aclamada carrera, destacan tres proyectos a largo plazo: Workers (1993), que documenta formas de vida en vías de desaparición de trabajadores manuales de todo el mundo, Migrations (2000), un homenaje a las migraciones masivas provocadas por el hambre, los desastres naturales, la degradación del medio ambiente y la presión demográfica, y el opus de TASCHEN GÉNESIS, resultado de una épica expedición de ocho años para redescubrir montañas, desiertos, océanos, animales y pueblos que hasta ahora han escapado a la impronta de la sociedad moderna. Tras más de 30 viajes —ya sea a pie, en avioneta, en barco, en canoa o incluso en globo, padeciendo calor y frío extremos y en ocasiones situaciones de peligro— Salgado ha creado una colección de imágenes maravillosas y de una belleza impresionante sobre la naturaleza, la fauna y los pueblos indígenas. El proyecto GÉNESIS y el Instituto Terra de Salgado tienen como propósito mostrar la belleza de nuestro planeta, revertir los daños que ha sufrido y preservarlo para el futuro.
Los libros de TASCHEN con Salgado, GÉNESIS y AFRICA, llevan la fotografía en blanco y negro a una nueva dimensión y documentan de un modo impresionante algunas de las maravillas de la tierra.
Durante seis años, Sebastião Salgado documentó la historia de la migración humana en 35 países. De los hutus de Ruanda, escondidos en selvas remotas, a las pateras de árabes y subsaharianos intentando alcanzar las costas europeas surcando el Mediterráneo, Salgado captura tanto la dimensión de la crisis migratoria como instantes terribles de las historias personales del exilio.
Sebastiao Salgado, Lélia Wanick Salgado
Tapa dura con cuaderno, 24,8 x 33 cm, 432 páginas
ISBN 978-3-8365-6133-4
Edición: español
Han pasado 16 años desde que Sebastião Salgado publicó ÉXODOS por primera vez, pero la historia que cuenta, la del desplazamiento incesante de seres humanos por el mundo, ha variado bien poco en este tiempo. Las razones que empujan a la migración pueden haber variado, el corazón del conflicto haberse trasladado de Ruanda a Siria, pero las personas que abandonan sus hogares protagonizan la misma historia: privaciones, dificultades y atisbos de esperanza conforman una odisea de gran coste físico y psicológico.
A lo largo de seis años, Salgado retrató a emigrantes en más de 35 países documentando su desplazamiento en plena carretera, los campos de refugiados y los superpoblados barrios de chabolas donde muchos de los recién llegados a las ciudades suelen acabar. Su trabajo incluye a latinoamericanos entrando en Estados Unidos, judíos abandonando la antigua Unión Soviética, kosovares huyendo a Albania, refugiados hutus de Ruanda, así como los primeros refugiados por mar, árabes y subsaharianos intentando cruzar el Mediterráneo para pisar Europa. Sus imágenes presentan a personas que saben adónde quieren ir y a otras que simplemente huyen, contentas de estar vivas y lo bastante fuertes para escapar. Los rostros muestran dignidad y compasión en las circunstancias más amargas, pero también el rastro devastador de la violencia, el odio y la codicia.
Con su particular mirada por el detalle y el movimiento, Salgado capta momentos sobrecogedores del fenómeno migratorio y del flujo de masas. Hay camiones y barcos abarrotados de gente y campos de refugiados cuyos límites se pierden en el horizonte, pero también están la pequeña pierna vendada, la huella dactilar marcada en una página, el encuentro con un guardia fronterizo y el bebé apretado contra el pecho de una madre. Salgado pone énfasis en la escala abrumadora del fenómeno migratorio, pero se acerca también, con su sensibilidad característica, a las pequeñas historias personales que esconden las grandes cifras. Frente a los rostros indistinguibles de las imágenes de televisión o las multitudes reducidas a un titular de periódico, aquí nos encontramos con retratos de personas de carne y hueso lejos de su tierra, de su hogar y, muchas veces, de sus seres queridos.
Al mismo tiempo, Salgado pone el foco en la dimensión global y compartida de las migraciones. Más que espectadores del sufrimiento, nos convoca como actores corresponsables de los cambios políticos y sociales asociados a la globalización de la información, la urbanización, los daños ambientales y las enormes desigualdades en el reparto de la riqueza que alimentan el fenómeno migratorio. Con los barcos de inmigrantes camino de Europa llegando a las costas griegas e italianas, en un movimiento de masas sin igual desde la Segunda Guerra Mundial, Éxodos no sólo nos permite comprender mejor, sino que apela a nuestra responsabilidad y compromiso. Frente a los cuerpos marcados por las cicatrices y los cientos de pies descalzos sobre el asfalto caliente es fundamental ir más allá de la compasión y, en palabras del propio Salgado, adaptar nuestros comportamientos políticos, económicos y ambientales a un “nuevo régimen de convivencia”.
En esta colección, que complementa Éxodos, Sebastião Salgado presenta 90 retratos de los desplazados más jóvenes: lo niños. Al borde de las carreteras de Angola o en los grandes campos de refugiados del Líbano, todos los protagonistas de Salgado están huyendo y son menores de 15 años. Orgullosos, pensativos o tristes, miran al espectador con la sinceridad de la juventud y la incertidumbre de su futuro.
Sebastiao Salgado, Lélia Wanick Salgado
Tapa dura, 24,8 x 33 cm, 124 páginas
ISBN 978-3-8365-6140-2
Edición plurilingüe: español, italiano, portugués
En cualquier situación de crisis, los niños son las principales víctimas. Físicamente más débiles, a menudo son los primeros en sucumbir al hambre, la enfermedad y la deshidratación. Desconocedores del funcionamiento y las deficiencias del mundo, son incapaces de entender por qué existe el peligro, por qué hay personas que quieren hacerles daño o por qué deben abandonar, quizá de forma precipitada, sus escuelas, sus amigos y su hogar.
En esta serie que complementa Éxodos, Sebastião Salgado presenta 90 retratos de los exiliados, emigrantes y refugiados más jóvenes. Sus protagonistas provienen de diferentes países y son víctimas de distintas crisis, pero todos tienen en común ser desplazados y menores de 15 años. Mientras realizaba su gran proyecto sobre los refugiados, a Salgado le impresionó no sólo la inocencia implícita en su sufrimiento, sino también sus reservas de energía y su entusiasmo radiante, incluso en las circunstancias más adversas. Al borde de las carreteras de Angola y Burundi, en las favelas de Brasil o en los grandes campos de refugiados del Líbano e Iraq, los niños seguían siendo niños: se echaban a reír tan pronto como a llorar, jugaban al fútbol, chapoteaban en aguas sucias, hacían travesuras con los amigos y la idea de ser fotografiados casi siempre les entusiasmaba.
Para Salgado, tal exuberancia planteaba una singular paradoja. ¿Cómo puede un niño sonriente representar la privación y la desesperación? Sin embargo, se dio cuenta de que si pedía a los niños que se pusieran en fila para retratarlos uno por uno, la euforia propia del grupo se desvanecía. Frente a la cámara, los niños se volvían mucho más serios. Se mostraban como individuos, no como parte de una multitud alborotada. Sus posturas se volvían más formales. Miraban a la lente con una intensidad repentina, como si de pronto hubiesen hecho balance de sí mismos y de su situación. Y en la expresión de sus ojos, en el movimiento nervioso de sus pequeñas manos, en la ropa raída que colgaba lastimosamente de sus cuerpos escuálidos, Salgado descubrió un grupo de refugiados que merecían una atención especial.
Las fotografías no pretenden exponer sus estados de ánimo o extenderse en detalles acerca de sus carencias en salud, educación o vivienda. La colección permite más bien que 90 niños lancen sus miradas al espectador con todo el candor de su juventud y la incertidumbre de su futuro. Hermosos, orgullosos, pensativos y tristes, se detienen por un instante en sus breves vidas para hacer preguntas que nos perseguirán en años venideros. ¿Se quedarán para siempre en el exilio? ¿Tendrán siempre un enemigo? Cuando crezcan, ¿perdonarán o buscarán venganza? ¿Llegaran siquiera a crecer?
XL
Las cautivadoras fotografías en blanco y negro del proyecto GÉNESIS de Sebastião Salgado documentan paisajes y gentes que no han cambiado pese a las devastadoras embestidas de la sociedad moderna y el desarrollo. Tomadas a lo largo de una épica expedición de ocho años, las imágenes se presentan en seis grandes capítulos geográficos: Zona meridional del planeta, Santuarios, África, Zona septentrional del planeta, Amazonia y Pantanal.
Sebastiao Salgado, Lélia Wanick Salgado
Tapa dura con 17 páginas desplegables, 24,3 x 35,5 cm, 520 páginas
ISBN 978-3-8365-4260-9
Edición: español
Un día como cualquier otro de 1970, Sebastião Salgado tomó por primera vez una cámara entre sus manos. Tenía entonces 26 años. Al mirar a través del visor tuvo una epifanía: de repente, la vida cobró sentido. A partir de aquel día (y pese a que tuvieron que pasar años de duro trabajo hasta que pudo ganarse la vida como fotógrafo), la cámara pasó a ser la herramienta a través de la cual interactuar con el mundo. Salgado, que «siempre ha preferido la paleta de claroscuros de las imágenes en blanco y negro», tomó muy pocas fotografías en color antes de renunciar por completo a este medio.
El fotógrafo Sebastião Salgado, que creció en una hacienda de Brasil, siente un profundo amor y respeto por la naturaleza; asimismo, es un hombre profundamente comprometido con la devastadora situación socioeconómica en la que, a menudo, se ven afectados los seres humanos. Entre los innumerables trabajos que Salgado ha producido durante su prestigiosa trayectoria, destacan tres proyectos de gran envergadura: Trabajadores (1993), que documenta la evanescente forma de vida de los obreros de todo el mundo, Éxodos (2000), un tributo a la emigración masiva provocada por la hambruna, los desastres naturales, el deterioro medioambiental y la presión demográfica; y esta nueva obra, GÉNESIS, que es el resultado de una épica expedición de ocho años para redescubrir montañas, desiertos, océanos, animales y pueblos que han eludido la impronta de la sociedad moderna: la tierra y la vida de un planeta aún virgen. «Alrededor del 46 % de la Tierra permanece en el estado en el que se hallaba en la época del Génesis —nos recuerda Salgado—. Debemos conservar lo existente.» El proyecto GÉNESIS, junto con el Instituto Terra, fundado por Lélia y Sebastião Salgado, se propone mostrar la belleza de nuestro planeta, revertir el daño que se le ha causado y conservarlo para el futuro.
En sus más de 30 viajes, realizados a pie, en avioneta, en buques, canoas e incluso a bordo de globos aerostáticos, con un calor y un frío extremos y en condiciones a menudo peligrosas, Salgado creó una colección de imágenes que nos muestran la naturaleza, los animales y los pueblos indígenas con una sobrecogedora belleza. Salgado, que domina la monocromía con tan extrema destreza que compite con el virtuoso Ansel Adams, ofrece una nueva dimensión de la fotografía en blanco y negro; las variedades tonales de sus obras, el contraste entre luz y oscuridad, recuerda las obras de grandes maestros como Rembrandt y Georges de La Tour.
¿Qué descubrimos en GÉNESIS? Especies animales y volcanes de las Galápagos; los pingüinos, leones marinos, cormoranes y ballenas del Antártico y el Atlántico Sur; los caimanes yacaré y los jaguares de Brasil; los leones, leopardos y elefantes africanos; la tribu de los zo’e, aislada en lo más profundo de la selva amazónica; la neolítica etnia korowai de Papúa Occidental; los nómadas ganaderos dinka en Sudán; los trashumantes nenets y sus manadas de renos en el Círculo Polar Ártico; las comunidades selváticas de los mentawai en las islas al oeste de Sumatra; los icebergs del Antártico; los volcanes de África Central y de la península de Kamchatka; los desiertos saharianos; los ríos amazónicos Negro y Yuruá; las gargantas del Gran Cañón; los glaciares de Alaska… y mucho más. Habiendo dedicado tanto tiempo, energía y pasión en la creación de este trabajo, Salgado equipara GÉNESIS con lo que él describe como «mi carta de amor a la Tierra».
A diferencia de la edición limitada de coleccionista, concebida como un porfolio de gran formato que avanza en zigzag por el planeta, la edición comercial agrupa geográficamente una selección de fotografías en cinco capítulos: Zona meridional del planeta, Santuarios, África, Zona septentrional del planeta, Amazonia y Pantanal. Pese a nutrirse de la misma fuente, uno y otro libro (ambos editados y diseñados por Lélia Wanick Salgado) difieren radicalmente en sus planteamientos. Aun así, los dos constituyen un homenaje al triunfal e inigualable proyecto GÉNESIS de Salgado.
Documento sobresaliente de la historia moderna y porfolio fotográfico extraordinario, Kuwait: A Desert On Fire (Kuwait, un desierto en llamas) es la primera monografía dedicada a la magnífica serie de Sebastião Salgado de 1991 sobre la catástrofe humana, ambiental y económica que supuso el incendio de los campos petrolíferos de Kuwait.
Sebastiao Salgado, Lélia Wanick Salgado
Tapa dura, 31,8 x 29 cm, 208 páginas
ISBN 978-3-8365-6126-6
Edición plurilingüe: italiano, portugués y español.
"Debemos recordar que en la brutalidad de la batalla siempre hay un nuevo apocalipsis aguardando a la vuelta de la esquina". —Sebastião Salgado
En enero y febrero de 1991, mientras la coalición liderada por Estados Unidos comenzó a expulsar a las fuerzas iraquíes de Kuwait, las tropas de Saddam Hussein respondían creando un infierno. Incendiaron unos 700 pozos petrolíferos y un número indeterminado de zonas inundadas de petróleo que pronto ardieron de forma virulenta. La región se cubrió de grandes nubarrones negros y la atmósfera recibió miles de toneladas de óxido nitroso y dióxido de carbono.
Mientras los desesperados esfuerzos por contener y extinguir el incendio iban progresando, Sebastião Salgado viajó a Kuwait para ser testigo directo de la crisis. Las condiciones eran insoportables. El calor era tan intenso que la lente más pequeña de Salgado acabó deformándose. Un periodista y un fotógrafo murieron cuando una mancha de petróleo se inflamó a su paso. Siempre muy cerca de los bomberos, y con su habitual sensibilidad para captar lo humano y lo medioambiental, Salgado inmortalizó el alcance aterrador de este “gran drama de escala planetaria": el paisaje devastado, las temperaturas sofocantes, el aire asfixiante saturado de hollín y arena carbonizada, los cadáveres de camellos hinchados, la arena sembrada todavía de restos de bombas de racimo, y las llamas y el humo elevándose hacia el cielo, impidiendo el paso de la luz solar, convirtiendo a los bomberos en diminutas figuras cubiertas de petróleo.
Las épicas imágenes de Salgado aparecieron por primera vez en la revista New York Times Magazine en junio de 1991. Posteriormente se difundieron por todo el mundo y recibieron el Premio Oskar Barnack, que reconocía la calidad excepcional de este trabajo sobre la relación del hombre con el medio ambiente. Kuwait: A Desert On Fire es la primera monografía dedicada a esta asombrosa serie. Al igual que Génesis, Éxodos y Niños, el presente volumen es un documento imprescindible de la historia moderna, al tiempo que la muestra de un trabajo fotográfico sobresaliente.
XL
Las desoladoras fotografías en blanco y negro de Sebastião Salgado sobre África, reunidas en una extraordinaria colección fruto de 30 años de trabajo. Estas imágenes cuentan la historia de un continente azotado por las catástrofes pero inmensamente rico en historia y cultura. Con humildad y perspicacia, Salgado nos presenta múltiples y muy distintas regiones que sobreviven pese la amenaza de crisis medioambientales y humanitarias.
Sebastiao Salgado, Mia Couto, Lélia Wanick Salgado
Tapa dura, 36 x 26 cm, 336 páginas
ISBN 978-3-8228-5622-2
Edición plurilingüe: italiano, portugués y español.
Sebastião Salgado es uno de los fotógrafos activos más respetados de la actualidad. Sus poderosas imágenes en blanco y negro producto de décadas captando aquellos lugares donde nadie hubiera osado llegar antes, le han forjado su inmensa reputación. Su obra más significativa, sin duda, es la que tiene a África por escenario. Salgado muestra todas las facetas de la vida en ese continente lleva realizados más de 40 reportajes en un periodo de 30 años. Desde las tribus de Dinka hasta las de Sudán o los Himba en Namibia pasando por los gorilas y los volcanes de la región de los grandes lagos; tanto si capta refugiados como paisajes, Salgado sabe exactamente como congelar el momento y hacer que el espectador inmediatamente se sienta incluido en la imagen. Imposible permanecer ajenos a los desastrosos efectos de la Guerra, la pobreza, la enfermedad y las condiciones climáticas hostiles.
Dividido en tres partes este libro comienza el viaje en el sur del continente (Mozambique, Malawi, Angola, Zimbabwe, South Africa, Namibia), sigue por la región de los Grandes Lagos (Congo, Rwanda, Burundi, Uganda, Tanzania, Kenya), y culmina en el África Subsahariana (Burkina Faso, Mali, Sudan, Somalia, Chad, Mauritania, Senegal, Ethiopia). Los textos son de la novelista mozambiqueña Mia Couto, quien describe como pocos la actualidad africana después de la colonización.
Este libro es un homenaje al continente africano, a su gente, a su historia y a su maravillosa naturaleza.