El rey viejo recrea la figura en torno de la cual se originan algunos de los más turbulentos años de la Revolución mexicana. Venustiano Carranza, el rey viejo, da el tono y la atmósfera a estas páginas construidas por Fernando Benítez (1912-2000) en las que se relata la huida de la capital y el magnicidio de Tlaxcalantongo.