Una madre, con los dedos rígidos de triar naranjas en un almacén y limpiar pisos de vacaciones de otros. Una hija, también con los dedos rígidos, pero de teclear papers, tesis y mil trabajos académicos. Y algo que no encaja. La sensación de que debería estar pasando algo que nunca llega a pasar. Este libro nos presenta un rosario de mujeres extenuadas. La falsa promesa del trabajo duro se hace añicos entre estas páginas mientras suenan Camela o Estopa.
Yeguas exhaustas es la historia de una hija que tiene una relación de pareja dañina, que piensa en las heridas del cuerpo, en las tremendas diferencias de clase y sus implicaciones, en el clasismo del «mundo de la cultura», en el acceso al mercado laboral, en la endogamia universitaria y sus laberintos… en definitiva, en el averiado ascensor social.
Esta novela trata de manera certera el paso del siglo xx al xxi en España a través de la propia experiencia: «Me exploro, investigo, reinterpreto pedazos de vida. Juego y cuestiono. Busco causas. Busco alivio. Busco cómplices». Y sin duda los encuentra.
En Yeguas exhaustas Bibiana Collado Cabrera nos lleva a situaciones vividas y sentidas como individuales que en realidad son colectivas. Tan bien contadas, tan reales, que por momentos se nos olvida que estamos ante una novela.
«Más que leer a Bibiana Collado parece que estuviéramos conversando con ella, disfrutando de su frescura, honestidad y lucidez. Su arrolladora oralidad refuerza la transmisión de las experiencias narradas, que toman los conflictos y políticas del cuerpo como punto de partida para la reflexión crítica. La tensión entre la calculada candidez del tono y el análisis descarnado de la propia educación sentimental hace que salten chispas en la página. Un ajuste de cuentas de tono introspectivo y resonancias profundamente colectivas».—Andrés Neuman
«Hay ternura y hay rabia en este ejercicio de memoria propia, al mismo tiempo colectiva, sobre el poder y los privilegios, y las violencias con las que nos marcan».—Elena Medel
«Yeguas exhaustas es la autocrítica a una generación que deambuló entre lo que se esperaba de ellos (aquella promesa que nunca encontró su momento, aquella promesa de vida que se derramó sin ser disfrutada) y lo que la sociedad le permitió llegar a ser».—Raquel Jiménez Jiménez, Zenda.
«Una historia personal que es colectiva, porque para que esas experiencias fuesen excepcionales tendrían que suceder en otra realidad».—Carmen López, eldiario.es
«Crítica contra el clasismo y los privilegios, este debut de Bibiana Collado es un bisturí contra la mansedumbre...Collado hace una revisión que sirve de automemoria, pero también de radiografía colectiva sobre las diferencias y los privilegios, sobre las pequeñas violencias cotidianas, sistemáticas, que se asumen como inexorables y sobre los lastres sociales que todos arrastramos».—Adriana Bertorelli Párraga, La Lectura (El Mundo)