En "El mastín de los Baskerville" cuesta creer que no haya presencias sobrenaturales y que todo se resuelva por la pura razón. Con respecto al segundo título hay que decir que no solamente los criminales de Londres intentaban eliminar a Sherlock: el propio Conan Doyle se propuso asesinarlo varias veces. Tenemos también descripciones morbosas de cadáveres pendulando y toda una colección de renovados apotegmas de Holmes.