DISCUTIBLES FANTASMAS

'Cuando era niño, por extraño que suene, a nadie le importaba ver una película desde el comienzo. Se llegaba al cine a cualquier hora, con la película empezada, se iba descubriendo como se podía la trama, veíase el final, y luego del intermedio, venía el comienzo. Aquí llegamos era la frase ritual que identificaba el momento de la llegada', recuerda Hugo Hiriart, en uno de los breves y deliciosos ensayos o tal vez fábulas de que está compuesto este libro que se puede comenzar a leer en cualquier momento, en cualquier página, con cualquier ánimo. Filóstrato decía del gran sofista Escopeliano que 'le rebosaba el humor incluso en sus discursos, porque tenía la grave seriedad por huraña e ingrata', y también de Hiriart cabe afirmarlo. Trátese de disquisiciones sobre el vuelo de la mosca, Búfalo Bill o la pluralidad de los mundos, las vacilaciones del ajedrez, los recuerdos de infancia, los discos de antes y los de ahora o la risa histérica; los piratas y los perros ingleses, los números delirantes, el gol perfecto o desde luego fantasmas, este autor invariablemente nos hace pensar y pasear con él por entre monstruos y artefactos, animales y niños, miedos y recuerdos, héroes y brujas y doncellas que evocan, todos, los parajes más íntimos y misteriosos de la fantasía humana.