MÁS ALTO, MÁS LEJOS. UNA PEREGRINACIÓN POR EL CÁNCER Y EL CAMINO DE SANTIAGO

Este libro que narra una experiencia de vida, y lleva por subtitulo “Una peregrinación por el Cáncer y el Camino de Santiago”, nos narra una historia que comienza con el diagnóstico de un cáncer que origina el tránsito por un camino tortuoso y equivocado al que se somete María Adela, a raíz de la falta de recursos diagnósticos en nuestro país. Una vez que logra ser atendida en el Memorial Sloan Kettering Hospital de Cáncer de Nueva York (MSK), logra no sólo el diagnóstico correcto sino la posibilidad de luchar con otras herramientas.

Uno de los propósitos de María Adela una vez diagnosticada fue unirse al programa Cycle for Survival de el Hospital MSK, un movimiento para luchar contra los cánceres raros; 100% de los fondos que se recogen se utilizan para su investigación. A pesar de que en conjunto los cánceres raros constituyen el 50% de todos los diagnósticos de cáncer, la investigación para los mismos es casi nula y esta realidad deja a los pacientes con muy pocas opciones de tratamiento.

María Adela Alvarado y Mercedes Romero emprendieron caminos de peregrinación por el Camino de Santiago con el objetivo de buscar fondos. En “Más alto, más lejos”, las autoras cuentan su aventura por la ruta francesa hacia Santiago de Compostela: “narramos las maravillas que el camino nos deparó y también las anécdotas que nacieron de viajar luego de un diagnóstico que cambió nuestras vidas. Queremos compartir nuestra filosofía de vida. Tener un proyecto en mente, soñarlo y construirlo es una manera de vivir la vida, es una elección. Este libro es el testimonio de un proyecto que nos mueve y que nos da la certeza de que más que llegar, el peregrinar es el propósito mayor”.

Este libro será sin duda alguna para sus lectores una nueva forma de acercarse a la vida y sus retos. Tal como sucedió a sus autoras quienes cuentan: “De los muchos peregrinos que nos encontramos en nuestro recorrido a Santiago de Compostela y que nos dijeron «buen camino», recordamos especialmente a un sacerdote católico que nos deseó no solo «buen camino» hacia nuestra meta inmediata, Santiago, sino también a la vida que nos esperaba después. Esas palabras se nos quedaron grabadas y nos acompañaron en nuestro viaje, y nos siguen acompañando ante los nuevos retos que se nos presentan, en esta nueva manera de vivir. A nosotras la adversidad de vivir juntas una enfermedad como el cáncer nos ha fortalecido, nos ha enfrentado a la idea de la finitud, nos ha hecho apreciar las oportunidades que nos brinda la vida. Hemos decidido no centrarnos en las dificultades sino en cómo enfrentar los retos, no lamentarnos por el pasado sino entusiasmarnos con lo que está por venir.