Desde una brutal pelea de perros hasta la muerte dolorosa de un hijo, la narrativa de Baeza recorre las vidas de los inmigrantes en los suburbios y pueblos de Estados Unidos. Carente de sentimentalismo y con historias finamente tramadas, cada relato se adentra en la carne de la cotidianidad extranjera, no desde el centro de la vorágine comercial y de los eventos monumentales, sino desde la periferia, donde la desolación y la brutalidad se han filtrado a la intimidad precaria de cada una de las personas.